El gobierno chino ha tratado de encubrir el brote durante mucho tiempo

Secreto y orden en lugar de aclaración: El gobierno chino trató por todos los medios de encubrir el brote del peligroso coronavirus.
Según un artículo en el New York Times un médico informó ya a finales de diciembre sobre el brote de una nueva enfermedad en Wuhan. Pero no fue hasta mediados de enero, después de la primera muerte confirmada fuera de China, que el Presidente de China Xi Jinping (66) hizo su primera declaración pública sobre el brote.

Así es como el encubrimiento fue

Se debe evitar a toda costa la vergüenza y el pánico político entre la población. Para ello, se silenció a los médicos, se ocultó información importante y se le restó importancia al virus.
Otro enfoque podría haber evitado la epidemia.

Lea también

La falta de información aceleró la propagación

En Wuhan, donde se originó el virus, los primeros indicios del patógeno ya se encontraron a finales de diciembre. Pero sólo el 23 de enero, tres semanas después de la primera advertencia, la ciudad fue sellada.
El New York Times informa que un médico de un hospital del centro de la ciudad informó a sus colegas sobre un nuevo tipo de virus a través de un grupo de chat el 30 de diciembre. Poco después recibió una llamada del departamento de salud diciéndole que no filtrara ninguna información. Tres días después, la policía lo obligó a firmar una declaración que describía su advertencia como "comportamiento ilegal".

También es interesante

En lugar de advertencias oficiales, las autoridades se concentraron en encubrir la enfermedad. La policía anunció que estaba investigando a ocho personas por difundir rumores de un brote.
Pero como el número de personas infectadas aumentó, la Comisión de Salud de Wuhan se vio obligada a actuar - ¡y reaccionó con información errónea y subestimación! Anunció que 27 personas sufrían de neumonía de causa desconocida. No había razón para preocuparse.
La declaración decía "La enfermedad es prevenible y controlable".
Para los once millones de habitantes de la ciudad, las consecuencias del secreto fueron devastadoras: no se dieron cuenta de la enfermedad al principio, nadie se protegió. Así que el virus fue capaz de multiplicarse.
A pesar de que el número de casos de enfermedad aumentó, las autoridades declararon repetidamente que probablemente no había más infecciones.
El mercado de alimentos, donde se creía que el virus había sido un brote, fue cerrado. Pero: ¡los animales salvajes todavía podían ser comercializados!
El 1º de enero, los funcionarios locales declararon que el mercado había sido objeto de una limpieza ecológica e higiénica en relación con el brote de neumonía. Esto habría detenido el virus en su origen. No habría evidencia de transmisión de humano a humano.
Los políticos locales de las zonas afectadas también minimizaron el brote: ¡Nadie quiso dar la mala noticia de una propagación!
La Comisión de Salud de Wuhan también repitió constantemente que no había nuevos casos de infección, ni pruebas sólidas de transmisión a los seres humanos ni infección del personal médico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también se basó en estas declaraciones!
El alcalde de Wuhan, Zhou Xianwang (56), se responsabilizó más tarde de la tardía notificación de la escala de la epidemia. Estaba obligado por una ley que le permitía informar de una epidemia sólo con el permiso del gobierno central
El 13 de enero Tailandia comunicó la primera infección confirmada fuera de China. Sólo entonces el Presidente Xi Jinping intervino y realizó su primera declaración pública sobre el brote.
Los usuarios de la aplicación por favor abran el gráfico aquí
El discurso de Xi fue finalmente seguido de instrucciones a las autoridades locales:
La ciudad de Wuhan prohibió la visita de grupos de viajeros. Los habitantes comenzaron a ponerse máscaras. Pero el pánico, que el gobierno temía al principio, se había convertido desde hace tiempo en una amarga realidad.
Debido a que los dirigentes chinos actuaron erróneamente en la fase inicial del brote, el mundo se enfrenta ahora a una emergencia sanitaria. El virus ha desencadenado restricciones de viaje en todo el mundo, ha sacudido los mercados financieros y ha creado quizás el mayor desafío para el líder de China, Xi Jinping!