Los "Dioses de Blanco" están en el centro de atención de nuevo, porque todos saben que cuando se trata de eso, nuestra vida está en sus manos. Agradezco a todos los doctores. Los admiro y los adoro.
Pero para mí, los verdaderos héroes son las enfermeras y los cuidadores.
Son los que nos toman de la mano cuando tememos un tratamiento doloroso, los que nos animan cuando nos hundimos en pensamientos sombríos antes de una operación, los que nos consuelan cuando nos quedamos solos en la sala y nos sentimos solos.
También puedes leer
Y que salvan nuestras vidas cuando, en su paseo nocturno, que no tenían que hacer, notan que ha habido una complicación o una emergencia. Y están ahí cuando nada más ayuda. Cuando alguien tiene que ir.El trabajo es duro. A menudo emocionalmente en el límite de lo soportable. Por lo general, no se les reconoce mucho. El pago de los 1,7 millones de enfermeros y ancianos en Alemania es modesto. En promedio, unos 2900 euros brutos al mes.
No tienen un verdadero lobby. El brillo, la luz del reconocimiento golpea a los demás y muy raramente a los que están desinteresadamente allí cuando realmente estamos en un sucio lío.
Ahora hay una pandemia. Todo el mundo puede tener miedo del virus. Excepto las enfermeras.
Tienen que estar ahí. Todos los días y todas las noches. La idea de que ellos también pueden enfermar, con un riesgo mucho mayor que cualquier otra persona, es reprimida. Arriesgan sus vidas y las de sus seres queridos para salvar las vidas de otros.
Sólo lo hacen, sin muchas palabras. Me inclino ante todas las enfermeras y cuidadores.
*Presidente del Consejo de Administración de Axel Springer SE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario